Nuevo año, nuevos hábitos para tu negocio

Por: Oscar Banda, Vicepresidente y Director General de B2B, AT&T México

Cada fin de año, muchos de nosotros solemos hacer una autoevaluación. Vemos en retrospectiva qué aprendimos, qué podemos mejorar y cómo alcanzar nuevos propósitos para el ciclo que estamos por comenzar. Pero ¿qué tal si este año cambiamos la dinámica y vemos cada día como una oportunidad de hacer algo nuevo y diferente?

Hagamos un ejercicio: en lugar de hacer una lista larga de propósitos genéricos, pongámonos cinco metas reales y cuantificables que nos ayuden a progresar. Recordemos que podemos ajustarlas, porque nosotros mismos evolucionamos también; cambiamos de gustos, prioridades y actividades.

Prueba comenzar por alguno de estos objetivos:

1. Desarrolla nuevos talentos

Enfocarte en ti es básico, busca cursos o clases que te ayuden a seguir ampliando tus habilidades, puede ser un nuevo idioma o algún taller que te permita conocer más a fondo sobre un tema o una certificación. No dudes en buscar contenido en la red, la mayoría de las veces suelen ser gratuitos o a bajo costo y, a futuro, pueden representar una gran inversión.

2. Balance vida - trabajo

Es indispensable invertir tiempo en nosotros, puedes darte cinco minutos para meditar o hacer algo de ejercicio, realizar actividades para mejorar las habilidades de razonamiento y aprendizaje y, en consecuencia, podrás tomar decisiones con una visión más clara. Disfruta de un buen libro o audiolibro en tu tiempo de traslado o durante alguna pausa que tengas a lo largo del día.

3. Agradece cada aprendizaje

Haz una pausa al despertar o antes de dormir para agradecer lo que aprendiste en el día, todo lo bueno y malo, porque de ahí podrás definir nuevas estrategias o encontrar soluciones a situaciones cotidianas.

4. Mantente conectado

No me refiero a estar en línea o en redes sociales, más bien, conecta con las personas en una reunión, platica e interactúa con ellas. El intercambio de puntos de vista también nos puede nutrir y dar ideas para proyectos personales o laborales; una red de apoyo siempre será útil.

5. Comparte una lección aprendida con tu equipo

En los negocios no hay errores, hay aprendizajes; tampoco hay culpables, más bien maestros en desarrollo. Elige una de tus decisiones y abre la discusión con tu equipo para que vean al líder valiente que también se “equivoca”, invítalos a compartir sus aprendizajes y a hacer lo propio con las personas de su entorno. Esta es una dinámica muy sana, y además tendrás distintas perspectivas sobre aquello que tú ves de forma diferente. Hay que celebrar los logros, y aprender de todo.

Finalmente, disfruta y vive el proceso. De los últimos años aprendimos qué significa la resiliencia y hemos demostrado que podemos adaptarnos rápidamente. Este nuevo año seguramente estará lleno de retos y aprendizajes, pero con la mirada correcta, todo esto nos permitirá seguir creciendo.