Location Intelligence y las diferentes estrategias para conocer mejor al consumidor
Por: Iván Hernández, IMT
Uno de los aportes tecnológicos que han revolucionado el manejo y almacenamiento de datos para convertirlos en información estratégica y analítica a nivel organizacional ha sido la ubicación geográfica. El aumento de dispositivos localizados como smartphotes, tablets o smartwatches ha llevado a los datos de ubicación al siguiente nivel; recopilando información a través de aplicaciones para obtener la ubicación de los usuarios, y de ese modo, poderles brindar una mejor oferta a productos y servicios que deseen adquirir en un futuro.
Location Intelligence surge de la unión de tres diciplinas: Business Intelligence, Inteligencia Artificial (IA) y Sistemas de Información Geográfica (SIG); almacenando y cruzando datos extraídos de información GPS, fuentes IoT, datos sociodemográficos, tráfico y locales, para de esa forma, transformar la información y usarla de manera confidencial en los diferentes sectores, públicos y privados.
El punto clave para su implementación es el uso de Sistemas de Información Geográfica (SIG), destinados a la consulta, integración, análisis y representación de datos asociados a un territorio. Los SIG actúan como una base de datos, mostrándose desde una interfaz en el que se puede analizar tendencias y patrones para la toma de mejores decisiones mediante la ubicación del cliente o usuario.
Algunos de los beneficios que la Location Intelligence aporta a las diferentes organizaciones y sus respectivos sectores son:
- Mejora continua en tiempos y recursos con la optimización de rutas.
- Desarrolla la planificación a medio y largo plazo de diferentes estrategias de marketing.
- Ayuda a encontrar mejores ubicaciones para impulsar un plan de expansión de negocio.
- Maximiza la eficiencia de los establecimientos.
- Contribuye a optimizar las ventas en función de una serie de criterios socioeconómicos y sociodemográficos.
- Promueve la creación de programas de turismo sostenible.
En definitiva, los negocios requieren de la Inteligencia de Ubicación o Location Intelligence, cuyo poder reside en la capacidad de conectar lugares, actividades y procesos, con el fin de encontrar el lugar idóneo para una mejor inversión; reduciendo costos, captando nuevos clientes y fidelizando los existentes, dándole seguimiento a nuevas y mejores estrategias para la implementación y colocación de su marca, a través de un producto o servicio.