Lo mejor de ambos mundos
Por: Kleber Wedemann, Director de Marketing para Latinoamérica, Caribe, US SMB, Telco, Media & Tech en SAS
Asumir nuevas responsabilidades suele ser un momento muy importante para un líder. Más allá de todo el reconocimiento personal, la expansión de las competencias es también un momento muy intenso y humilde: hay muchos colegas con los que conectar, procesos que ajustar, cosas que aprender. También es un momento muy emocionante y aventurero.
Después de cuatro años en SAS, me encuentro embarcado en un viaje de este tipo, asumiendo la responsabilidad del grupo de telecomunicaciones, medios y tecnología (TMT), así como del grupo de pequeñas y medianas empresas (SMB), además de mi actual cometido en América Latina. Esta organización ampliada abarca áreas de negocio muy relevantes para la empresa, dirigidas por un equipo de personas de gran talento.
Las personas, son el mayor activo. Estos increíbles expertos colaboradores están impulsando el marketing de SAS de varias maneras. Nuestros colegas estadounidenses están altamente cualificados y son extremadamente dinámicos, lo que complementa en gran medida a la organización latinoamericana.
La región de marketing de LATAM ha conseguido resultados extraordinarios en los últimos años, tanto en términos de cifras absolutos de generación y conversión de clientes potenciales, como de impacto en la audiencia y en el pipeline creado. Gracias a una sólida colaboración con la alta dirección, que comienza con nuestro vicepresidente, Marvio Portela y, se extiende a todos los directores de país y a otros altos cargos, somos conocidos en todo el mundo por nuestra agilidad en la entrega, así como por nuestra estrecha alineación con las ventas.
Además, somos conocidos por la rapidez y la calidad de los proyectos que realizamos, desde eventos y webinars hasta campañas de mercado y lanzamientos de productos. También tenemos una energía y una pasión, que no son mejores ni peores que las de cualquier otra región, simplemente diferentes: y sin duda, la forma latina ha funcionado muy bien.
A medida que integramos los equipos, tenemos retos por delante y ahí es también donde reside la oportunidad. Como líder, ahora tengo una curva de aprendizaje para conocer las particularidades de los nuevos territorios, así como las partes interesadas de esta enorme organización, y cómo nos adaptamos y ajustamos al modus operandi de cada uno, conectándolo todo al mothership (matriz) de SAS. El objetivo es conectar los puntos y buscar lo mejor de ambos mundos.
Me he dado cuenta de que tanto el equipo latino como el estadounidense están abiertos, dispuestos a cuestionar, aprender y cambiar, así como a la curiosidad, que es un rasgo fundamental de SAS. En los próximos meses, mi papel consistirá en igualar la velocidad y la forma en que la organización de LATAM está acostumbrada a trabajar, a la vez que se incorporan las mejores prácticas y la excelencia establecidas por los colegas de marketing de EE.UU.
Este nuevo paso de mi carrera no es el resultado de algún plan de progresión, o algo que me haya presentado mi jefe, sino el siguiente paso de un proceso de construcción que se relaciona directamente con el trabajo en equipo: nadie progresa solo. Y cuando miro hacia el futuro, no puedo evitar pensar en el enorme valor de las diferencias y la diversidad de pensamiento y experiencias de este increíble grupo de personas. SAS marketing será mucho más fuerte como resultado; y sobre todo, porque estamos todos juntos en esto.