La nube vuela en México
Por: Lourdes Adame Goddard
La infraestructura de TI, en México, sigue evolucionando y diversificándose, y representa todavía un reto para las empresas que continúan arraigadas a tecnologías tradicionales, debido a las barreras que encuentran en el proceso de transformación.
Hace más de una década, las organizaciones que comenzaron a mover sus centros de datos y software a la nube, argumentaban como principal razón el ahorro. Como resultado, muchas empresas continúan desplegando soluciones en la nube en silos y manteniendo sus sistemas tradicionales. Sin embargo, actualmente la transformación digital ha modificado el argumento, la Nube ya no es sólo un facilitador para digitalizar los negocios, sino se ha convertido en un motor esencial de los mismos.
Hay tres formas de moverse a la Nube: la migración de lo que ya se tiene sin más cambio de diseño; adaptando los procesos existentes a medida que se migra; y transformandolos completamente, y desarrollando un “cloud nativo” o “nacido en cloud” en el futuro. Hasta ahora el cloud nativo ha sido de nicho y se ha utilizado para ofrecer la escalabilidad necesaria para que coincida con un modelo de negocio.
Lo que viene en este 2019, de acuerdo con un reporte de Fujitsu, es que “lo nacido en cloud” permitirá a las organizaciones desarrollar nuevas estrategias que ofrecen una ventaja disruptiva y competitiva.
ADOPCIÓN DE CÓMPUTO EN LA NUBE
La nube está creciendo a tasas de aproximadamente del 30% en México, y se espera, en este 2019, alcance un mayor incremento. Juan Manuel González, de Frost & Sullivan, presentó cifras sobre los ingresos en México del cómputo en la Nube: $1,116 millones de dólares en 2018, y se espera llegue a $1,511 millones de dólares en 2019, lo que representa un incremento del 35.3%.
Cuando las empresas mueven sus aplicaciones e infraestructura a la nube sin pensar en el negocio, dejan pasar oportunidades para avanzar o para ampliar sus modelos de negocios y las experiencias de sus partes interesadas. Pero cuando los directivos basan su toma de decisiones en los elementos propulsores del negocio, pueden identificar más posibilidades de uso de la nube más allá del recorte de gastos de capital, de cortar contratos de mantenimiento de software y de reducir personal de TI.
Una vez que los directivos empresariales identifican las tecnologías que generan ingresos y mejoran la experiencia del cliente, la Nube proporciona una plataforma para experimentar con nuevos productos y servicios e implementar las mejores soluciones rápidamente.