La importancia de la humanización en el uso de la tecnología
Por: Iván Hernández, IMT
La Inteligencia Artificial ha demostrado ser una herramienta poderosa en diversos sectores, desde la atención médica hasta la manufactura, pasando por la logística y el comercio electrónico. Sin embargo, para aprovechar al máximo su potencial, se debe tener en cuenta que esta tecnología está diseñada para complementar y asistir a las habilidades humanas, no para reemplazarlas. La interacción entre el ser humano y la IA es un aspecto clave en la búsqueda de resultados óptimos.
Esta tecnología se ha convertido en una herramienta poderosa para mejorar la eficiencia y la productividad de diversas industrias. Algunos robots que usan Inteligencia Artificial se utilizan para automatizar procesos repetitivos y rutinarios, liberando tiempo y recursos para que los profesionales se concentren en actividades que requieren de habilidades humanas, como la toma de decisiones estratégicas, la resolución de problemas complejos, la creatividad y la interacción social. Al delegar tareas más mecánicas y monótonas a la IA, los colaboradores pueden centrarse en aquellas que aprovechan sus habilidades únicas y les permiten agregar un mayor valor a la organización.
Además, la IA puede proporcionar insights y análisis de datos en tiempo real, lo que ayuda a tomar decisiones más informadas y estratégicas. Al aprovechar el poder de esta herramienta para analizar grandes volúmenes de información, las empresas pueden identificar patrones, tendencias y oportunidades que antes pasaban desapercibidas. Esto permite una mayor agilidad en la toma de decisiones y una capacidad de respuesta más rápida a los cambios del mercado. La humanización en el uso de la tecnología implica considerar las necesidades, expectativas y valores humanos en el diseño e implementación de sus soluciones.
“Es esencial capacitar y educar a los profesionales para que puedan adaptarse y aprovechar las oportunidades que las tecnologías ofrecen. Esto no solo implica habilidades técnicas, sino también habilidades socioemocionales, como la empatía y la comunicación efectiva, que son fundamentales en la interacción humana y en la creación de relaciones sólidas entre clientes y colaboradores”, mencionó Fernando Gastron, Director en Ecosistemas México.
En conclusión, la humanización en el uso de la tecnología, especialmente en el ámbito de la Inteligencia Artificial, es esencial para aprovechar su potencial y obtener beneficios significativos. La tecnología debe diseñarse considerando las necesidades y valores humanos, y trabajar en sinergia con las habilidades y capacidades de las personas. Al hacerlo, podemos lograr empresas más rentables, colaboradores más productivos y una mejor calidad de vida, generando un impacto positivo en la sociedad en general.