Iniciativas de bienestar en el trabajo
Por: Cecilia Mansilla, Experta en Liderazgo y Desarrollo Personal
El bienestar en el trabajo es un tema que cada vez cobra mayor relevancia para las organizaciones. Como muestra, están los resultados de la 12ª Encuesta Anual de CEO PwC Interaméricas, los cuales arrojan que este es un tema que cada vez preocupa más a los CEO de las empresas: mientras que en 2020, el bienestar de la fuerza laboral preocupaba a 29% de los líderes, en 2021, esta cifra aumentó al 52% de ellos, ya que estaban alarmados por el deterioro de la salud y el bienestar de los empleados.
Junto con la productividad a través de la automatización y la tecnología, la salud y el bienestar del personal son los principales focos de las sólidas estrategias de RRHH en la región latinoamericana. El bienestar es un término que suele ser difícil de medir a nivel organizacional, pero tiene un impacto claramente visible, porque cuando las personas trabajan en un estado de bienestar, están felices, motivadas y satisfechas con sus labores.
Además, este aspecto impacta en la productividad de los colaboradores. Un estudio realizado por la Universidad de Oxford, el cual buscó la relación entre estas dos variables, encontró que los empleados son 13% más productivos cuando son felices, ya que en sus actividades son más rápidos y eficientes. Con esta investigación se demuestra que el bienestar en el trabajo no solo es un asunto que atañe a los trabajadores, sino también a sus empleadores.
En este sentido, las siguientes tres claves ayudarán a los colaboradores a optimizar su bienestar dentro y fuera de la oficina.
1. Diseña un plan de acción
Para que una iniciativa de bienestar en el trabajo funcione, debe estar apoyada por una estrategia que defina, paso a paso, lo que se quiere lograr hasta alcanzar una meta. Para trazar este plan, es necesario entender qué significa el bienestar en el trabajo y sensibilizar a toda la organización sobre qué implica este término, así como cuál es su impacto y su importancia al interior. Todo esto para que se genere un interés y un reconocimiento real de este concepto por parte de todas las personas internamente.
Al elaborar este plan de acción, es muy importante analizar la situación actual e identificar el punto de partida, así como los pasos necesarios para alcanzar el objetivo deseado. Esto es crear una visión. Por ejemplo, si identificas altos niveles de rotación por la carga de horas extra en las personas de cierto equipo, podrías contratar más personal para distribuir mejor la carga laboral, que las personas no se agoten y a su vez que se reduzca la rotación en el equipo.
Aquí hay una regla de oro que hará que cualquier iniciativa de bienestar laboral tenga más posibilidades de llegar a buen puerto: sea cual sea la acción a llevar a cabo (más allá de la cultura y preferencias propias de la empresa) es muy importante que las acciones de sensibilización y de team bulding no sean obligatorias.
Forzar a las personas a asistir a un evento después de horas de oficina, puede ser muy contraproducente, porque las personas quizá no tengan ganas, no puedan quedarse tan tarde en cierta actividad o simplemente no les interese conectar con sus colegas a ese nivel, y tener que hacerlo de manera obligatoria puede llegar a ser muy frustrante.
Por ello, todas las acciones que lleves a cabo deben tener el carácter de opcional, medir la asistencia de las personas y luego indagar las razones cuando no quieren participar.
2. Ejecuta el plan de manera ordenada
Imagina que tu plan es una escalera y que cada acción te llevará a la meta. Cada escalón será una tarea pequeña que permitirá tanto que la estrategia avance, que sea posible reconocer los logros que se irán obteniendo y que se puedan realizar oportunamente ajustes si es necesario.
En este camino, hay una regla de oro: los líderes deben desarrollar una habilidad clave, la empatía, para reconocer que cada empleado tiene intereses, necesidades y posibilidades diferentes. Los líderes son los que deben trabajar estrechamente con su equipo para ser capaces reconocer esas necesidades e intereses individuales, y así ayudar a que las personas puedan alcanzar su propia definición de bienestar dentro de la organización.
Empatía, compromiso, comunicación constante, transparente y clara, además de una gran capacidad de escucha y observación, serán claves para poder realmente crear este tipo de cultura en el equipo y, en general, en toda la empresa.
El departamento que suele encargarse de este tipo de iniciativas es el de Recursos Humanos, pero no es el único responsable de ejecutarlo. Son los líderes los que deben desarrollar empatía y transformar su estilo de liderazgo para que el bienestar del equipo pueda llegar a buen puerto, porque por más actividades de integración que se lleven a cabo, si las personas tienen sobrecargas de reuniones y no tienen autonomía ni retroalimentación, pero sí micromanagement y comunicación intermitente por parte de sus líderes, van a agotarse y a frustrarse.
3. Evaluar, ajustar y repetir
Como en cualquier plan, es necesario evaluar su efectividad, hacer ajustes para lograr mejores resultados y repetir todo el proceso.
¿Por qué a veces estas iniciativas no dan resultados? Porque no hay un concepto único de bienestar y cada quién lo entiende distinto y porque las iniciativas alrededor de esto no deberían ser una norma general a seguir, sino un punto de partida para buscar la manera de que cada uno de los miembros de la organización pueda vivir de acuerdo con lo que cada uno necesita.
Adicional y no menos importante, las empresas deben promover y ofrecer la oportunidad de tener un aprendizaje flexible, es decir, brindar programas de bienestar para ayudar a los colaboradores que así lo deseen, aprender habilidades personales para gestionar el estrés en el trabajo, evitar el agotamiento y vivir una vida más plena, dentro o fuera de la de la oficina.
Prueba de lo anterior es que, de acuerdo con el Informe de Tendencias de Aprendizaje en el Lugar de Trabajo 2023 de Udemy, una de las habilidades en las que más se han centrado las organizaciones es “consciousness”, con un incremento del 825%.
Lograr el bienestar en el trabajo es un proceso continuo y no se va a alcanzar con una simple acción aislada; se necesita una estrategia consistente y sostenida en el tiempo, la cual sea integral y contemple, para lograr cambios, todos los aspectos de la vida del trabajador, tanto el tiempo que trabaja, como el que tiene libre.