Implementación de prácticas empresariales para un mejor desarrollo laboral y humano

Por: Iván Hernández, IMT 

Uno de los mayores objetivos que las organizaciones han tratado de implementar para el óptimo desarrollo laboral, personal y familiar de sus colaboradores, es la implementación de diversas prácticas basadas en los principios de igualdad, diversidad e inclusión. Empresas a nivel global han adoptado progresivamente estos valores en la gestión de sus recursos humanos.

Respecto a ello, el Consejo de la Comunicación organizó el panel “Buenas prácticas empresariales” dirigido al bienestar de los colaboradores y a todas aquellas prácticas que se puedan desarrollar dentro y fuera del área de trabajo, tanto en el ámbito laboral como en el personal.

Dentro de este panel se contó con la participación de Adriana Rius, Head Marketing de 3M LATAM, Laila Chartuni, presidenta de Top Companies México, y Lydia Nava, vicepresidenta de Bienestar Social de Coparmex; con la finalidad de establecer objetivos en materia de igualdad de género, desarrollo inclusivo y perspectivas generacionales.

Durante cada una de las participaciones, se plantearon argumentos y propuestas a favor de la diversidad e inclusión, priorizando a los colaboradores y a todo aquello que tenga que ver con la formación, capacitación y trasparencia para un mejor desempaño y calidad de trabajo.

 

Adriana Rius, Head Marketing de 3M Latam, habló sobre lo primordial que es entender las necesidades de sus colaboradores para poder implementar estrategias que las atiendan. Así mismo, destacó que en 3M la filosofía es contratar personal dedicado y responsable, con iniciativa para poder explotar su máximo potencial y creatividad.

“El desarrollo encaminado hacia buenas prácticas que tengan que ver con diversidad e inclusión es uno de los factores de mayor prioridad; es indispensable tener un ambiente respetuoso, diverso e inclusivo en donde todos los colaboradores se sientan a gusto en su espacio de trabajo, sea remoto, híbrido o presencial”, puntualizó Rius.

Por su parte, Laila Chartuni, presidenta de Top Companies México, coincidió en que cada empresa tiene un sistema cultural distinto, el cual es necesario entender para poder determinar las prácticas que impacten positivamente en el bienestar de los colaboradores. Destacó que empresas ya sean pequeñas o grandes tienen que invertir en el desarrollo de sus trabajadores para detonar su compromiso y lealtad, lo que a su vez se traduce en un mayor retorno de inversión.

“Una buena práctica es aquella que obedece puntualmente nuestras necesidades y se detecta oportunamente dentro del ambiente organizacional; se identifica y marca el camino para poder seguir desarrollando y capacitando a nuestra gente”, mencionó Chartuni.

 

 

Finalmente, Lydia Nava, vicepresidenta de Bienestar Social de Coparmex señaló que, aunque la OCDE indique que México tiene los peores indicadores en balance de vida y trabajo, la pandemia permitió implementar nuevos esquemas con un impacto en salud integral y calidad de vida de los colaboradores.

 

“Las desigualdades se han incrementado; si realmente queremos un desarrollo inclusivo, lo que necesitamos es un modelo que impulse en conjunto el desarrollo económico, de la mano con el social, ecológico y el sustentable”, agregó Nava.

Para concluir, las panelistas destacaron que poner a la persona en el centro de las buenas prácticas empresariales es positivo para el desarrollo económico del país. También, lo que se busca constantemente es poder realizar mejores acciones, prácticas y hábitos que impulsen a las organizaciones a llevarlas a un crecimiento continuo, y que tanto líderes como colaboradores puedan contagiarse de esta actitud progresiva.