El coaching empresarial responsable
“Hay tres tipos de personas en el mundo… las que hacen que las cosas sucedan (siendo responsables), las que miran como suceden las cosas y las que se preguntan qué sucedió” – Anónimo
El objetivo principal del coaching en el ámbito empresarial es aportar un conjunto de metodologías y herramientas a los niveles estratégicos, directivos y operativos, con el propósito de obtener la agudeza y flexibilidad necesarias para llevar a cabo lo que llamamos “Cambios con Sentido”.
Consecuentemente, el concepto de responsabilidad se integra en este proceso a la vez que se involucra al personal para asumirla sobre sus acciones. El Coaching es un proceso que permite ver diferentes opciones para una misma situación y de ahí tomar la mejor alternativa para el Coachee, llevándolo luego a la acción. (1)
A través del Coaching hay una aportación de valor tanto para la empresa como para quienes trabajan en ella. Para la primera, gracias a la detección de los enfoques desde los cuales hay que trabajar, a la sensibilización de las personas respecto a estos enfoques y, en consecuencia, a la generación del cambio, con una forma de hacer las cosas que funcione. Para los segundos, el coaching permite que el empleado se conozca en cada sesión un poco más. Funciona en la medida que éste se sienta comprometido con el proceso, de lo contrario los avances son nulos.
El Coaching se pone en práctica a petición de la empresa, ya sea para lograr metas cuantitativas o bien, para mejorar alguna habilidad puntual de los empleados. Se establece un plan, el tipo de resultados que se quieren alcanzar, un número de sesiones de coaching, y una forma de evaluación de los trabajos.
Desde mi experiencia, como Coach certificada y trabajando desde la trinchera de quienes ofrecemos outsourcing gestionado de TI basado en las habilidades tanto técnicas como sociales de nuestra gente, sé que es prioritario hacer que las cosas sucedan, siendo co-responsables con nuestros empleados y clientes, esto es, acompañando al empleado en el proceso de adaptación e integración al interior de nuestras empresas clientes. La dinámica de trabajo probada es que a partir de sesiones frecuentes y un seguimiento individual muy cercano, vamos creando en cada persona un sentido de compromiso, responsabilidad y liderazgo que en poco tiempo – semanas o pocos meses-, hace de estos empleados, excelentes ejemplos.
Visto de esta manera, asumir responsabilidades en el crecimiento de nuestros empleados, genera oportunidades de mejora y evita círculos cerrados cíclicos, en donde los resultados son siempre los mismos. Por lo tanto, demuestra en la práctica uno de los propósitos principales del coaching: aprender a ser responsable de nuestras decisiones y actos.
1. La persona que realiza el proceso de coaching recibe el nombre de coach o entrenador, mientras que la(s) persona(s) que lo recibe(n) se denomina(n) coachee(s) o personas en entrenamiento.