Desarrollo humano e inclusión laboral hacia un mejor rumbo organizacional

Por: Iván Hernández, IMT 

Dentro de esta nueva era digital, existen diferentes narrativas sobre el cambio tecnológico y el futuro del trabajo gracias a su constante evolución, sobre todo, con la implementación de nuevas estrategias y modelos laborales que han surgido a raíz de la pandemia causada por el virus del COVID-19. Diferentes organizaciones han introducido esquemas de trabajo flexibles con el objetivo de que sus colaboradores puedan ejercer desde casa y así, administrar mejor sus actividades sociales y profesionales, sin perder la productividad, desempeño y compromiso hacia la empresa y, sobre todo, hacia sus clientes o usuarios.

Otra de las soluciones indispensables para el fortalecimiento organizacional, ha sido el desarrollo, la atracción y la retención de talento. El objetivo de esta estrategia se enfoca en propiciar un clima laboral óptimo, en donde los colaboradores puedan potenciar su creatividad e innovación, capacitarse para mejorar sus áreas de oportunidad y definir su propósito dentro de la organización, generando como resultado un mayor sentido de pertenencia, motivación y satisfacción laboral.

Al respecto, Crehana, plataforma de aprendizaje y desarrollo, llevó a cabo la primera edición del Future Talent Summit en México, un encuentro entre empresas, colaboradores y clientes, interesados en la gestión del capital humano, creación y retención de talento, uso de tecnologías aplicadas para una mejor optimización laboral en el área de Recursos Humanos, así como la implementación de políticas y acuerdos para trabajar en un mejor ambiente, diverso e inclusivo.

“Hoy en día, lo que se busca dentro de una organización es construir espacios de trabajo que puedan mezclar lo que aprendimos durante la pandemia, rompiendo un paradigma cultural muy fuerte, en el que se demostró que podemos ser productivos y colaborar sin la necesidad de estar en un solo lugar; con lo que estamos forjando en la actualidad, regresando a las oficinas, interactuando con nuestros equipos, y lo más importante, estableciendo y consolidando esas relaciones humanas que fortalecen y desarrollan el trabajo individual y colectivo”, mencionó Diego Olcese, CEO y Fundador de Crehana durante la platica inaugural del evento.

En tema de inclusión y diversidad de género, el objetivo primordial a corto, mediano y largo plazo es establecer un entorno en el que se priorice el compromiso y la responsabilidad social, eliminando cualquier tipo de discriminación, brecha salarial o algún otro inconveniente que pueda llegar a intervenir en la productividad de la empresa.

Una cultura inclusiva ayuda a que los empleados se sientan cómodos por lo que son, por sus características propias, y por las ideas y opiniones que puedan tener sobre el lugar de trabajo y los objetivos de la organización. A partir de la incorporación de políticas y acciones inclusivas, las empresas han notado como se alcanzan y superan sus indicadores de rendimiento financiero, mientras que los niveles de desempeño, creatividad e innovación de sus colaboradores mejoran.

“Una empresa será considerada inclusiva, en el momento que toda persona que trabaje para ella se sienta segura, bienvenida y autentica. Si el colaborador se siente cómodo, incluido y seguro, es mucho más probable que el rendimiento, la productividad y el compromiso aumente y, se desarrolle mayor atracción de talento con el fin de encontrar estabilidad y plenitud”, puntualizó Nerea Aragonés, Directora Global de Sustentabilidad, Kearney.

En esta primera edición del Future Talent Summit, se abordaron temas relacionados con realidades, oportunidades y desafíos de la gestión de talento, importancia del bienestar en las empresas, innovación y data como catalizadores del desarrollo humano, así como buenas prácticas organizacionales centradas en colaboradores y clientes.