Cultura de aprendizaje y adopción tecnológica para un mejor desarrollo colectivo en las empresas

Por: Iván Hernández, IMT 

Uno de los mayores retos que toda organización enfrenta en la actualidad, es sin duda la adopción de nuevas y mejores herramientas tecnológicas, independientemente de su sector o tamaño. Cualquier empresa que ofrezca un servicio o venda un producto determinado, debe de tener en cuenta que el mercado evoluciona, al igual que las necesidades de los consumidores.

La transformación digital que están viviendo todos los servicios en el mundo, no sólo obliga a las empresas a la adopción tecnológica, sino a la innovación a través de ella. Por lo que la formación y actualización constante de los colaboradores de una compañía, se convierte en un asunto vital en busca de dotarlos de competencias digitales para enfrentar los desafíos de un mercado en constante cambio.

Bajo este contexto, las empresas han desarrollado tácticas de crecimiento laboral fomentando una mayor comprensión de la cultura de aprendizaje, centrada en el concepto Lifelong Learning. Esta iniciativa sugiere alternar actividades laborales con educación adicional, priorizando la creación de nuevas habilidades más allá de la formación profesional del colaborador. El concepto ha ido ganando espacio en las industrias con la idea de que ya no basta solo con graduarse o completar un curso de postgrado.

Algunos factores principales para esto sea posible son el nivel de satisfacción y comodidad en el empleo, los cuales se relacionan con oportunidades de desarrollo dentro de la organización. En la cultura de aprendizaje organizacional, los miembros del equipo podrán tener el tiempo y espacio para aumentar continuamente sus conocimientos; esta capacitación está orientada en mejorar el desempeño, así como apoyar el crecimiento personal y profesional.

En nuestro país esta práctica aún se encuentra en vías de desarrollo; de acuerdo con la última encuesta realizada por OCCEducación, enfocada a conocer el tipo de capacitación y actualización que reciben los profesionistas y colaboradores de su empresa, solamente el 13% de los trabajadores mexicanos afirma que recibe capacitación constante, 38% esporádica, 20% regular, y el 26% menciona no haberla tenido en todo el tiempo trabajado para su organización. Esto se traduce a que 8 de cada 10 empleados se sienten desmotivados y, en consecuencia, estancados laboralmente.

En este sentido, la capacidad y el deseo por crear nuevas habilidades jugarán un papel clave para asegurar el éxito del colaborador y por ende el de las empresas, para que juntos adopten una formación continua de calidad, y ofrezcan en un futuro la oportunidad de darle continuidad a sus próximos líderes dentro de la organización.