Colaboración abierta, detonador de innovación en las organizaciones
Por: Javier Cordero, Vicepresidente y Director General Red Hat NoLA
La adopción tecnológica, derivada del contexto sanitario actual, ha provocado que el mundo gire más rápido. Somos testigos del éxito de modelos de negocio que antes eran difíciles de ejecutar y, sobre todo, de la importancia que ha cobrado la innovación para toda clase de organizaciones.
Muestra de ello es que 23% de los mil 400 líderes de Tecnologías de la Información (TI), encuestados en el estudio 2021 Global Tech Outlook, consideraron como la máxima prioridad de su Transformación Digital la innovación; 19% la seguridad y 13% la experiencia del usuario, lo que nos habla de las áreas en las que enfocarán sus esfuerzos las diferentes industrias, a corto y mediano plazo.
En el objetivo de pensar diferente para hacer propuestas disruptivas que transformen a empresas y gobiernos, la colaboración abierta ha jugado un papel preponderante al permitir que más personas aporten ideas para crear mejores formas de atender al mercado y a los clientes, y para desarrollar modelos de negocios más eficaces, ágiles y flexibles.
Ahora bien, para adoptar un modelo basado en la colaboración que detone innovación es necesario apoyarse de tecnologías que promuevan y faciliten el intercambio de propuestas, como el Código Abierto, que durante años ha sido el vehículo que ha permitido que programadores y expertos a nivel mundial contribuyan con ideas, principios y procesos, para hacer cosas diferentes.
Precisamente por ello, los líderes de TI hoy consideran que el acceso a las últimas innovaciones es la principal ventaja de esta tecnología, de acuerdo con “El estado del Open Source empresarial 2021”, el cual también revela que 87 % de los mil 250 encuestados opina que el Código Abierto empresarial es igual de seguro, e incluso más, que el software propietario. Pero además de contar con una sólida y segura arquitectura tecnológica, un modelo de colaboración abierta también requiere de una transformación cultural que permita adoptar nuevos valores, modelos de liderazgo y dinámicas de trabajo, que tengan como principal objetivo que los miembros de los equipos asuman un rol más activo al ser escuchados y respondiendo a sus ideas, modos de pensar y diversos enfoques.
Ello implica contar con líderes abiertos dispuestos a aprender, a reconocer sus limitaciones, a recompensar a los miembros del equipo que logran resultados y que piensan diferente; directivos que sean empáticos, que apuesten por el desarrollo personal y profesional de sus colaboradores y se dirijan con transparencia, promoviendo una retroalimentación directa y constructiva.
Sólo así -conjugando una transformación digital y cultural- se logrará adoptar un exitoso modelo de colaboración abierta que, de manera natural y constante, detonará innovadoras propuestas enfocadas a reinventar a las organizaciones, las cuales tienen la responsabilidad de ser disruptivas para satisfacer de manera ágil las cambiantes demandas del mercado actual. Pensar diferente y ofrecer nuevos servicios que sorprendan a consumidores y ciudadanos no es una opción, sino una necesidad que el contexto nos demanda y a la que debemos responder.