"Al verme llegar con bastón blanco o perro... me respondían con negativas"

Soy Licenciada en Administración de Empresas Turísticas, con especialidad en Atención al cliente Extranjero. Perdí la vista por desprendimiento bilateral de retina en el 2003, y desde ese momento mi vida cambió en muchos aspectos. Tuve 4 cirugías oculares pero aun así, tengo ceguera total.

Investigué sobre la lecto-escritura braille para comenzar a readaptarme, después fui a Rochester, Michigan donde obtuve mi primer perro guía, Kanoe, lo que me complicó aún más ser aceptada laboralmente. Ya era difícil encontrar un trabajo con el simple hecho de ser ciega o tener discapacidad visual, pero se complicó aún más al necesitar un perro de servicio que me asistía.

 

 

 

 

Comenzaron las negativas tales como: el perro no entra... con perro no puedes pasar... el perro lo puedes amarrar afuera y que alguien lo cuide.... o simplemente me pedían que lo dejara en casa... y eso era cuando se llegaba a dar la oportunidad de que me dieran una segunda entrevista, ya que al inicio en la entrevista telefónica se mostraban complacidos con mi currículum y me citaban a una entrevista presencial, pero al verme llegar con bastón blanco o perro, se sorprendían y me preguntaban con cierta incredulidad: "¿tú eres la Lic. Díaz?". Cuando les decía que sí, que estaba citada para la entrevista, me respondían con varias negativas como: la vacante ya se ocupó... el encargado tuvo que salir... si quieres después te llamamos...

Realmente era frustrante y desesperante que no me dieran la oportunidad ni siquiera de una entrevista y demostrarles lo que puedo hacer. Se bloqueaban y cerraban sólo por tener a una persona ciega frente a ellos. Después de mucho buscar, encontré trabajo, no precisamente relacionado con mi formación académica, pero era mi primer trabajo siendo ciega, y ahí fue cuando me di cuenta que las personas no saben cómo tratarte o qué puedes hacer como persona discapacitada, y se frenan para preguntarte directamente: ¿qué es lo que puedes hacer? Ya sea por vergüenza o temor a que te sientas mal.

Hay mucho desconocimiento, falta de cultura sobre el tema, y de sensibilización respecto a las personas con capacidades diferentes en general. Hay una serie de estigmas y tabúes al respecto, sea cual sea la discapacidad: sensorial, motriz y/o intelectual. Son muy pocas las empresas que se están abriendo poco a poco como el caso de Anexa que lanzó el "Proyecto Visión", el cual inició con mi compañera Claudia Bonillas, ciega también, y con un perro guía, y posteriormente entré yo. Actualmente, soy Auditora de Calidad, y me hago acompañar por mi perro guía, Coby Bear, un labrador negro, que también fue entrenado en Rochester, Michigan en la Escuela "Leader Dog for the Blind".

El proyecto está a cargo del Lic. Said Saavedra, quien me entrevistó en primera instancia, dejándome una muy grata impresión. Si bien, él tenía algunas dudas respecto a cómo manejarnos, no tuvo ningún problema en preguntarme directamente, y tratarme como a cualquier otra persona, que a final de cuentas eso es lo que soy: una persona más, sólo que con la limitante de la ceguera.

Desde que entré a la empresa, ya me tenían lista una computadora adaptada con el programa JAWS. Este programa obtiene su nombre por las siglas en inglés Job Access UIT Speach. Es un lector de pantalla que convierte a la computadora en una máquina parlante, que nos indica en qué posición de la pantalla estamos, lo que escribimos, la ventana en la que estamos, y nos da la posibilidad de manipular una computadora casi en un 100%.

Otra de las cosas que nos facilita la adaptación dentro de la empresa es la apertura del personal, desde administrativos, jefes y compañeros en general. Entre todos hay un buen ambiente laboral que nos acoge de una forma confortable sin llegar a ser abrumadora, y el saber y sentir la disposición que tienen de ayudarnos en caso de que tengamos alguna dificultad. Esa creo que es una de las partes más importantes de la inclusión, después de una mentalidad abierta para contratar a una persona discapacitada. La inclusión y el trato brindado, el darnos la libertad de acción sin una supervisión constante que puede llegar a ser asfixiante y estresante, pero sin dejar de estar al pendiente de nosotras por si necesitamos ayuda con algo y las facilidades que nos dan, las valoramos mucho, así como la oportunidad que nos dan de atender las necesidades de nuestros perros, porque los tenemos que sacar, entre 3 y 4 veces, al baño, a lo largo de la jornada laboral. Se nos asignó un área especial donde podemos sacarlos sin que se nos esté cuestionando a dónde vamos o qué vamos a hacer. De igual manera nos han dado un lugar un poco más amplio que a los otros compañeros, para que los perros puedan estar cómodos.

Realmente ha sido una buena experiencia donde ambas partes aportamos y aprendemos del otro. Tenemos crecimiento tanto laboral, como personal, obteniendo la gratificación de sentirnos productivas y útiles laboralmente hablando. De nosotras, aprenden y perfeccionan el cómo insertar exitosamente a un ambiente laboral a una persona con discapacidad; las necesidades como la facilidad en cuanto a los accesos, el espacio que ocupamos, herramientas de trabajo necesarias y el trato adecuado. En este aspecto Anexa se ha abierto rompiendo con todos esos estigmas, y teniendo un impacto positivo en nosotras al ser aceptadas como lo somos en la empresa.