Los riesgos que cambiarán la forma de confiar en el entorno digital en 2026

La adopción de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) en los procesos empresariales ha marcado un punto de inflexión en la transformación digital. A medida que las organizaciones confían cada vez más en algoritmos, automatización y datos para operar, la ciberseguridad emerge como un elemento indispensable para garantizar la estabilidad, la confianza y la continuidad del negocio en un entorno digital cada vez más complejo.

Bajo esta premisa, el futuro de la seguridad digital estará definido por amenazas más sofisticadas y difíciles de detectar. En este escenario, Gen, empresa especializada en soluciones de ciberseguridad, dio a conocer sus predicciones de ciberseguridad para 2026, en las que advierte sobre un año dominado por realidades difusas, identidades sintéticas y nuevas formas de manipulación emocional a gran escala.

De acuerdo con los laboratorios de amenazas de Gen, el próximo año marcará el momento en que Internet evolucionará más rápido de lo que la intuición humana podrá seguirle el ritmo. La IA no solo acelerará las experiencias digitales, sino que también remodelará la confianza, la identidad y la verdad misma. Lo que antes era marginal se convertirá en normal, lo que antes era obvio se volverá ambiguo y lo que antes dependía del instinto humano exigirá verificación, escepticismo y nuevos reflejos digitales que a la mayoría de las personas nunca se les ha enseñado.

Para 2026, se esperan cinco cambios estructurales que impactarán de manera directa en la vida digital:

1. El año en que los humanos necesitan ser verificados

El engaño saldrá de la pantalla y entrará en la vida cotidiana, ya que la IA hará posible clonar el rostro, la voz y el estilo de escritura de una persona en cuestión de segundos. Surgirán personajes sintéticos (amigos, colegas, influencers e incluso parejas sentimentales), con un realismo impactante.

Los deepfakes pasarán de los videos a las llamadas en tiempo real y las interacciones en vivo, convirtiendo la confianza en una vulnerabilidad y haciendo de la verificación humana el nuevo reflejo de seguridad.

Como recomendación ante escenarios de riesgo digital, haz una pausa y verifica: utiliza un segundo canal para confirmar solicitudes sensibles, comunícate solo a números conocidos, define palabras de seguridad familiares y, si una imagen o un audio resultan sospechosos, detente antes de actuar.

2. El ciclo de retroalimentación de la IA distorsiona la verdad en línea

En 2026, Internet entrará en un ciclo de distorsión impulsado por la Inteligencia Artificial. El contenido generado por máquinas será recopilado, resumido y republicado por otras IAs, lo que degrada la precisión y crea una avalancha de ruido sintético.

Para contrarrestar esto, las organizaciones tecnológicas y mediáticas comenzarán a implementar marcadores de autenticidad y marcos de firma de contenido, aunque su adopción irá a la zaga del aumento de la desinformación.

Como recomendación ante información sensible o de alto impacto, aplica la “regla de las dos fuentes”: verifica las afirmaciones relevantes con una fuente independiente y confiable y, cuando se trate de temas financieros, de salud o de seguridad, consulta directamente los sitios web oficiales en lugar de publicaciones compartidas o resúmenes.

3. La industria de las estafas evoluciona hacia la ingeniería emocional

Las estafas pasarán de ser guiones genéricos a motores emocionales adaptables. Con el análisis de sentimientos en tiempo real, la IA detectará el miedo, la vacilación, la culpa o la emoción, y adaptará las respuestas al instante.

Esta nueva era de “estafas empáticas” imitará las relaciones humanas para manipular de forma más eficaz que nunca, lo que obligará a las personas a prestar atención a las señales de alerta emocionales, y no solo a las técnicas.

Cuando un mensaje provoque una emoción fuerte, el primer paso es reconocerla, ya que esto ayuda a desactivar la falsa cercanía en la que se apoyan los estafadores. A partir de ahí, analiza el contenido con herramientas confiables de detección de estafas, como Norton AI Scam Assistant o Avast Scam Guardian.

4. Las identidades sintéticas provocan un colapso de la confianza digital

La IA ahora generará kits de identidad completos (identificaciones realistas, facturas, selfies e incluso videos en vivo) que superan la mayoría de las verificaciones básicas. Los delincuentes utilizarán estas identidades falsas para obtener préstamos, abrir cuentas y cometer fraudes a gran escala en múltiples plataformas.

A medida que los ataques de fusión de identidad se extienden por los ecosistemas financieros, fiscales, de carteras digitales y de servicios, las credenciales estáticas ya no serán suficientes.

Cuando se trate de proteger tu identidad digital, comparte documentos personales únicamente a través de sitios web o aplicaciones verificadas a los que accedas de forma directa. Además, activa alertas de transacciones o el bloqueo de crédito y evita enviar credenciales mediante enlaces no solicitados.

5. El navegador se convierte en el punto de partida del engaño

El navegador se ha convertido en el entorno más atacado en 2025, y esta tendencia se ampliará en 2026. La publicidad maliciosa generada por IA, las tiendas falsas, las ventanas emergentes maliciosas y el robo de tokens de sesión dominarán la delincuencia en línea. Hacer clic en lo que parece ser un enlace de un banco o una tienda puede llevar a una clonación generada por IA diseñada para robar datos de pago o credenciales de inicio de sesión.

 El malware se encuentra cada vez más dentro de la propia página, y no en las descargas, lo que dificulta su detección incluso para los usuarios más cautelosos.

Por eso, como última recomendación, utiliza claves de acceso o habilita la autenticación de dos factores en tus cuentas más importantes y revisa periódicamente las sesiones activas. Al realizar compras en línea, elige únicamente tiendas confiables, verifica que cuenten con datos de contacto reales y evita hacerlo desde anuncios o resultados patrocinados. Asimismo, opta por navegadores diseñados con seguridad integrada, como Norton Neo, que incorpora protección basada en Inteligencia Artificial.