Aunque el camino hacia un modelo laboral más equilibrado aún enfrenta desafíos, en México se perciben señales claras de transformación. Cada vez más voces, desde el talento joven hasta las grandes organizaciones, impulsan un cambio hacia esquemas flexibles, impulsados por la tecnología y centrados en el bienestar.
En el marco del Día del Trabajo, el país se encuentra en un punto de inflexión: toma fuerza la idea de dejar atrás la medición del trabajo en horas para enfocarse en su impacto, su contribución al bienestar y su capacidad de adaptarse a las diferentes necesidades. Esta evolución ocurre en un entorno donde la productividad y el equilibrio personal se consideran prioritarios.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2025 del INEGI, la jornada laboral promedio en México es de 42.2 horas por semana y el 25% de los trabajadores labora más de 48 horas semanales.En paralelo, el informe Retos y perspectivas del trabajo, desarrollado por WeWork México y PageGroup, revela que el 89% de los trabajadores respalda la implementación de una semana laboral de cuatro días, y el 79% considera que este modelo mejoraría su productividad.
Y aunque sólo el 15% de los colaboradores ha adoptado el esquema de cuatro días, la iniciativa para reducir la jornada laboral a 40 horas sigue siendo un debate en el país. Frente a este escenario, los espacios de trabajo flexibles se consolidan como una vía estratégica para construir entornos laborales más sostenibles y alineados con las expectativas del talento moderno.
“Hoy, la transformación del trabajo no se trata únicamente de reducir horas, sino de rediseñar el sistema con base en lo que realmente potencia a las personas. Con un sistema laboral más flexible, vemos beneficios tangibles como mejor salud mental, más tiempo para la familia, menor fatiga, y sí, también mayor productividad”, señala Álvaro Villar, Head of Sales de WeWork Latam.
Al mismo tiempo, la tecnología, especialmente la Inteligencia Artificial, juega un papel transformador. La IA está redefiniendo tanto las tareas que se realizan, como la forma en que se estructura el trabajo y se gestiona el talento. El Future of Jobs Report 2025 del Foro Económico Mundial indica que el 86% de los empleadores considera que la IA será la principal fuerza de cambio, y el 60% anticipa que la digitalización transformará completamente sus modelos de negocio hacia 2030.
En consecuencia, el mercado laboral exige una actualización continua de habilidades. El mismo informe destaca que el 39% de las competencias actuales serán obsoletas en los próximos cinco años, por lo que el 70% de los empleadores planea contratar talento con nuevas habilidades, y el 64% apuesta por el bienestar como un eje clave para atraer y retener a los mejores perfiles.
“El verdadero desafío es lograr un balance entre eficiencia y humanidad. La oficina del futuro además de digital, debería ser empática. Por eso, los espacios colaborativos y flexibles se están consolidando como infraestructura crítica del nuevo mundo laboral”, concluye Villar.
Este 1 de mayo representa una conmemoración y una oportunidad para cuestionar el concepto de trabajo, transformar las estructuras que ya no responden a las necesidades de las personas y reimaginar un futuro más humano, flexible y conectado. Porque el verdadero valor del trabajo no está en las horas que marca el reloj, sino en el impacto que deja en la vida personal y en la sociedad.
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