PyMEs hacia el éxito basado en la innovación

Toda crisis tiene la ventaja de que nos lleva a evolucionar. Ahora que pasamos por la sacudida que significó el 2020, las organizaciones de todos tipos y tamaños se han visto obligadas a reinventarse, en mayor o menor medida. En el caso de las empresas más pequeñas y tal vez con más retos en cuanto a sus capacidades digitales, es de destacar su enorme capacidad de adaptación; ahí está su fortaleza, la que las sacará adelante en estos tiempos difíciles.

Según EI Studios (división de Economist Impact)[1], en México 6 de cada 10 PyMEs coinciden en que la pandemia las llevó a usar herramientas digitales para sobrevivir; de hecho, la mayoría considera que esto fue lo que evitó que cerraran sus negocios, y más de dos terceras partes (64.4%) señalan que las herramientas digitales serán esenciales para la recuperación económica de México a largo plazo. El informe también indica que antes del 2020 ninguna era 100% digital y, de hecho, el 91.4% hacían menos de la mitad de sus actividades digitalmente. En sólo un año, el 18% hacen el 75% o más de sus actividades comerciales a través de herramientas digitales.

En Aruba estamos seguros de que éste es apenas el preámbulo de una ola de innovación y modernidad en las pequeñas y medianas empresas. Conforme continúen recuperándose y adaptándose a las nuevas reglas de negocio, por este camino encontrarán el éxito de sus negocios.

Ahora bien, para realmente impulsarse hacia el futuro es crucial que cuenten con una infraestructura de red que sea sólida, ágil y adaptable, combinando la movilidad del usuario final con capacidades de IoT –que está a la vuelta de la esquina para estas organizaciones–, para habilitar el naciente modelo de trabajo híbrido, que hace convivir el trabajo remoto con el de oficina, y así aumentar la eficiencia, personalización y productividad. Idealmente, la red también deberá ser predictiva, impulsada por inteligencia artificial (IA), para tomar ventaja de todos esos datos que alimentarán la toma de decisiones en tiempo real.

El manejo de los datos es vital en esta nueva era, porque con la explosión de la digitalización en todos los ámbitos, ahora más que nunca, los datos están ya no sólo en la nube empresarial o el centro de datos, sino donde se hacen los negocios, con los usuarios y los clientes, en los dispositivos y en las “cosas” conectadas. Esto lleva a poner nuestra atención en el borde, que es donde está ocurriendo la acción, sobre todo más a partir del cambio, el año pasado, hacia el trabajo remoto: ahora, si algo es un hecho, es que la red es aún más crítica, y sus requisitos van mucho más allá de la conectividad estándar.

Aquí hay un elemento prioritario para esa red que conecta a las personas con las aplicaciones y servicios, desde cualquier lugar y en cualquier momento: se trata de la inteligencia artificial para operaciones de TI (AIOps), que facilita a los equipos de TI tomar decisiones automatizadas rápidas y certeras a partir de desarrollar políticas que aprovechen los datos alrededor (como la función del usuario, el tipo de dispositivo, la ubicación, etc.) para, por ejemplo, prevenir situaciones problemáticas antes de que ocurran o incluso redistribuir el tiempo de los empleados de manera que puedan concentrarse en la innovación.

Por supuesto, la seguridad es otro aspecto crítico en las infraestructuras de red. Limitarse a firewalls y antivirus no es opción; hay que dar pasos encaminados a fortalecer la red con tecnologías que provean capacidades de micro-segmentación, autenticación, confidencialidad y visibilidad para prevenir, salvaguardar y proteger ante posibles ataques y múltiples eventualidades. E igualmente es crucial que la estrategia de seguridad cubra desde el centro de la red hasta el borde, donde ahora es más importante que nunca cuidar los riesgos.

Finalmente, no hay que olvidar que en la actualidad el foco está en optimizar la experiencia de clientes y empleados. Al final del día, el objetivo es que la red, lejos de ser un obstáculo, facilite, agilice y haga más eficiente el flujo de datos, las interacciones, las operaciones y los procesos, dando a los usuarios la posibilidad de conectarse a una gran variedad de plataformas y dispositivos, y hacerlo de forma segura y sin complicaciones. Sin duda, esto se traducirá en valiosas ventajas competitivas que redituarán en mejores resultados.

Con todo esto en cuenta, el éxito de las pequeñas y medianas empresas dependerá de la eficiencia y agilidad de sus procesos, del valor de sus estrategias de negocio y del esfuerzo y talento de sus líderes y su fuerza de trabajo, para llevar a la organización donde están los negocios, puesto que la infraestructura tecnológica estará preparada para impulsar los roadmaps más vanguardistas.

[1] “Pymes mexicanas: los impulsores digitales de la recuperación económica”, EI Studios.